El Stmo. Xto. vuelve a vestir su faldellín de 1894.

El Santísimo Cristo de la Expiración ya se alza imponente en el presbiterio de la Parroquia de San Francisco, majestuoso sobre su altar de cultos, anunciando el inicio de su Solemne Quinario. La imagen, sobrecogedora en su presencia, nos devuelve una estampa que muchos/as hermanos/as no conocieron y que hoy se revive con esplendor.

Para esta ocasión, el Stmo. Cristo viste su antiguo faldellín, un lienzo de seda y oro de 1894 que pocos/as habían tenido el privilegio de contemplar. Se trata de una rica pieza bordada en tisú de seda, con hilos de oro y seda de colores, siguiendo un diseño barroco en el que destaca una corona de espinas rodeando las iniciales «JHS», junto a un profuso dibujo de motivos vegetales en oro, hojas en seda verde y flores en tonos violetas. Una verdadera joya del arte sacro que engrandece aún más la imagen del Señor. Completa su atavío, sobre su cabeza, la histórica corona de espinas realizada en oro junto a sus primitivas potencias doradas, obsequio de una distinguida familia de la Hermandad.

Pero más allá del impacto visual de esta iconografía, lo verdaderamente emocionante ha sido la entusiasta reacción de quienes han tenido el privilegio de presenciar ya esta presentación. Ver a los jóvenes de la Hermandad asombrados, preguntando detalles para comprender el significado de lo que contemplaban, demuestra que el legado de fe y devoción sigue vivo.

Un magnífico inicio de Quinario como tiempo de reflexión, oración y entrega.