Tarde del Miércoles Santo.
Parroquia de San José Obrero.
- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
- Yo te aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso.
- Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre.
- Dios mío. Dios mío. ¿Por qué me has abandonado?
- Tengo sed.
- Todo está consumado.
- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.