Un ancla de fe y Esperanza donada por el devoto Pablo Moreno.

El pasado 17 de diciembre de 2024, vísperas de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, tuvo lugar un emotivo acto que marcó el final de la tercera jornada del Triduo. En esta ocasión, la Santísima Virgen recibió un precioso broche en forma de ancla, un significativo presente donado por don Pablo Moreno, como símbolo de fe y Esperanza en su maternal protección.

El broche, obra del reconocido orfebre Olmo Quirós, de Rota, fue bendecido en el momento de su entrega por el Rvdo. Sr. D. Alberto Jaime Martínez Pulido, añadiendo solemnidad al acto. Este detalle, reflejo de devoción y amor hacia la titular mariana, se convierte en un recordatorio de que la Esperanza es el ancla que sostiene nuestras vidas incluso en los momentos más difíciles.

Este broche en forma de ancla es una auténtica obra maestra de la orfebrería, que conjuga simbología, devoción y delicadeza en su ejecución. La pieza transmite solemnidad y un carácter atemporal. Su estructura combina de manera armoniosa dos símbolos profundamente significativos: la cruz latina y el ancla, una unión que evoca la fe y la Esperanza. El diseño del ancla se extiende con elegantes curvas simétricas que culminan en extremos afilados y puntiagudos, otorgando equilibrio y robustez a la pieza, mientras que la cruz central, adornada con motivos ornamentales de inspiración barroca, presenta delicadas ondulaciones y detalles que aportan dinamismo y realce al conjunto.

La decoración del broche destaca por el rico engaste de piedras en tonos verde esmeralda, que se disponen con precisión a lo largo de la cruz y del cuerpo del ancla. Estas piedras, alternadas en cabujones redondos y ovalados de diferentes tamaños, logran un efecto visual fluido y equilibrado. En el centro del ancla, un delicado motivo estrellado sirve de base cuyo resplandor central recuerda a un sol luminoso y simboliza la luz de la Esperanza.

Dos suaves perlas de un tono nacarado cuelgan simétricamente de los brazos de la cruz, aportando un movimiento sutil y un toque de elegancia clásica. Estas perlas están cuidadosamente sujetas mediante pequeños anclajes que complementan la filigrana de la pieza sin restar protagonismo al conjunto. Una fina cuerda plateada, entrelazada a lo largo de la cruz y el ancla, añade un hermoso contraste con el dorado, reforzando además la idea del ancla como un símbolo náutico vinculado a la unión y la firmeza.

La pieza en su conjunto refleja un minucioso trabajo artesanal en el que confluyen técnicas de orfebrería tradicional, un esmerado engaste de piedras y una decoración cuidadosamente concebida. La combinación del ancla y la cruz remite a la fortaleza espiritual y a la Esperanza inquebrantable, mientras que el verde profundo de las piedras evoca la vida, la naturaleza y la renovación espiritual. El uso del dorado, con sus destellos cálidos, junto a los detalles plateados y el brillo nacarado de las perlas, aporta un gusto refinado y devocional, característico de las joyas litúrgicas o de carácter sacro, especialmente cuando se asocian a advocaciones marianas.

Este broche, con su esplendor visual y su profundo simbolismo, destaca como una pieza ornamental, y también como un ejemplo de ejecución impecable en el arte de la orfebrería. La maestría en la elección y disposición de los materiales, el equilibrio en sus formas y el delicado engaste de las piedras hacen de esta joya un objeto único, digno de enriquecer el ajuar de una imagen sagrada y de perpetuar el vínculo entre arte, fe y tradición.

Desde la Hermandad, expresamos nuestro profundo agradecimiento a Don Pablo Moreno por esta maravillosa donación, que enriquece aún más el ajuar de Nuestra Señora. Este nuevo elemento realza su belleza y refuerza su papel como guía espiritual y referente para todos nosotros y nosotras que permanecemos anclados a la Esperanza.